miércoles, 25 de septiembre de 2013

Comunicado a la opinión pública

En virtud de los hechos de público conocimiento, que involucran un creciente aumento de la represión hacia diferentes colectivos de militancia social y política, así como también hacia sectores de la población en marcada situación de vulnerabilidad, la Asociación de Estudiantes de Educación Social (AEES), se ve en el compromiso de dar a conocer su postura frente a los mismos:
Desde nuestro lugar como estudiantes organizados en un colectivo en pro de la conquista de derechos que conciernen a la sociedad en su conjunto, repudiamos enfáticamente el accionar de progresivo hostigamiento que viene llevando a cabo el Ministerio del Interior, enmarcado en una postura asumida por el actual gobierno, tendiente a criminalizar la lucha de aquellas organizaciones que no confluyen en sus lineamientos políticos; además de otras inclinaciones que caen también, demasiado frecuentemente, en la estigmatización de la pobreza y la juventud.
En el trascurso del corriente año, han acontecido una serie de sucesos (amparados en lo explicado anteriormente) que queremos denunciar:
-El 10 de mayo, en el marco de la organización de la 4ta Marcha por la tierra, el agua y los bienes naturales, la policía intento irrumpir sin orden judicial en el centro social La Solidaria, donde se realizaban las coordinaciones de la movilización.
-El pasado 14 de agosto, durante la histórica marcha por el Día de los Mártires Estudiantiles, un operativo de fuerzas de choque de la policía, dispuesto frente al Ministerio de Economía y Finanzas y al Centro Militar; ejecutó una represión desmedida sobre los manifestantes dejando como saldo a varias personas heridas por disparos de bala de goma, entre ellas periodistas allí presentes.
Culminada la marcha, dos personas fueron detenidas (a varias cuadras de la Plaza Mártires de Chicago donde había finalizado la misma) tras un procedimiento de Inteligencia que infiltró agentes encubiertos en la manifestación.
-El sábado 24 de agosto, antes de comenzar la Marcha del Filtro, se realizaron 12 “detenciones preventivas” con el fin de “evitar disturbios”; en función de las investigaciones acaecidas el 14 de agosto. Estos secuestros ocurrieron a la salida del antes mencionado centro social La Solidaria.
-El jueves 29 y el viernes 30 de agosto, dos compañeras fueron nuevamente secuestradas (en ambos casos en presencia de vecinos) por policías de particular mediante mecanismos de terrorismo de Estado, utilizados en la historia más oscura de este país.
-A principios de setiembre en Santa Catalina (barrio que se está organizando frente a cuestiones como saneamiento, regasificadora, y demás) fueron detenidos varios jóvenes en dos violentos procedimientos policiales, seguidos de otro que finalmente logró ser frustrado por los vecinos.
-El 17 de setiembre, a raíz de una denuncia de la Suprema Corte de Justicia, la fiscalía pidió el procesamiento con prisión de cuatro militantes, y el procesamiento por complicidad de tres compañeros más, todos ellos en febrero de este año se habían manifestado -junto a otros cientos- en repudio al traslado de la jueza Mariana Mota quien tenía a su cargo la investigación de más de 50 casos vinculados a crímenes ocurridos durante la dictadura militar. En la investigación intervino el Departamento de Operaciones Especiales (DOE) de la policía, que además de encargarse del trabajo de inteligencia (interrogatorios, citaciones, interceptaciones en la calle) colaboró en la identificación de los procesados, operando con una selectividad ineludible dirigida en prejuicio de militantes implicados en luchas que chocan con las posturas del oficialismo.
En todos estos hechos identificamos varios factores comunes, que confirman lo señalado al principio: utilización de cámaras con el fin de identificar (fichar) compañeros, el uso de dispositivos de tortura con el objetivo de persecuciones ideológicas (interrogatorios del Departamento de Operaciones Especiales), empleo de violencia física y psicológica, ocultamiento del paradero de los detenidos que permanecieron incomunicados y turbiedad de los procedimientos judiciales que entre otras irregularidades no pudieron demostrar implicancia de los detenidos.
Notamos un paralelismo inevitable entre la utilización de los mismos métodos para perseguir tanto a los luchadores sociales como a la juventud y a la pobreza.
No admitimos la indiferencia de las autoridades del Ministerio del Interior frente al repudiable accionar de sus subordinados, siendo que tal reacción recuerda a la de los gobernantes de facto cuando se les demanda información sobre torturas y asesinatos sucedidos durante ese periodo.
Vista la coyuntura actual donde la salud, la vivienda y la educación exigen más presupuesto, condenamos la actitud del gobierno que insiste en conceder mayores recursos a los ministerios de Interior y Defensa para acentuar la persecución y no atender a las causas primeras de las problemáticas sociales.
Reivindicamos nuestro derecho legítimo a organizarnos, a manifestarnos, a luchar y a discernir, como colectivo en lucha, con el pensamiento político del gobierno de turno.
Exigimos más presupuesto para educación, vivienda y salud, y menos para el aparato represivo del Estado.

¡Arriba los que luchan!
Asociación de Estudiantes de Educación Social (AEES).